En el corazón del Valle de Lecrín , entre naranjos, acequias y montañas, se esconde un concepto tan granadino como misterioso: la malafollá granaína .Quien visita Granada —ya sea la ciudad, sus pueblos blancos o rincones rurales como Nigüelas — tarde o temprano se cruza con esa chispa irónica, esa mezcla de humor seco y ternura escondida que define a los granadinos. Y aquí, en Alquería de los Lentos , ese espíritu se respira en cada rincón: entre los muros centenarios del an