En el Valle de Lecrín, en Granada, los aguacates crecen donde uno menos lo espera: entre acequias antiguas, lomas orientadas al sol y un clima que parece hecho a medida. Aquí, la tierra no corre. Observa, espera y responde. Estos aguacates llegan a la Alquería de los Lentos de la mano de Sergio , campesino del valle, que los cultiva en su propia finca y nos los trae directamente desde el campo. Sin intermediarios, sin prisas, sin artificios. Del árbol a la alquería, casi con